Elegir Viena en Navidad como destino vacacional para toda la familia es una apuesta segura. Tus hijos, tu pareja, tus padres, todo los que asistan a este escenario quedarán prendados de cada pequeño rincón vienés. Y es que lejos de ser una gran ciudad, la capital del imperio austrohúngaro es un pequeño espacio colmado de lujos y una estética clasicista.
En Navidad este aspecto ostentoso toca el cielo al llenarse de puntiagudos abetos, joyerías a todo color, iglesias que llevan villancicos a todos los rincones y, por supuesto, una Ringstrasse nevada que guía a los viajeros uno a uno a todos los mercadillos navideños.
En Viena en Navidad no hay un solo mercadillo. De hecho, en Europa es habitual que cada ciudad cuente con una amplia variedad de mercadillos navideños, cada uno diferente y para cada ocasión. Pero todos los vieneses no dudan en recomendar siempre el mismo: El mercado de Rathausplatz, que en alemán quiere decir, el mercado de la plaza del Ayuntamiento.
Esta plaza es de interés turístico en cualquier época del año, pero más en Navidad, cuando incluso el imponente Ayuntamiento de altas agujas pasa desapercibido ante los miles de puestos navideños. Todos desprenden un delicioso aroma a glühwein, a pretzels y a tarta Sacher. Además, destacan las bolas de árbol de Navidad artesanales. Allí también podrás encontrar lindos abetos y una pista de patinaje sobre hielo.
Otros mercadillos navideños que debes visitar en Viena en Navidad son el del Palacio de Belvedere y el Palacio de Schönbrunn. El primero es un palacio barroco de estilo imperial, así que cuando acoge un mercadillo crea un ambiente aún más especial. El segundo, es recomendable que lo visites por año nuevo, pues encontrarás decoración y objetos especiales que hacen referencia al cambio de año. Además, otros muy particulares son el de Spittelberg y el de la plaza Freyung.
Aunque Viena tiene fama de ser una ciudad tranquila y señorial, es también el destino ideal para pasar la Navidad con los más pequeños. La ausencia de tráfico, las luces de Navidad, las multitudes de abetos, coches de caballos e incluso de guías turísticos disfrazados de cocheros del siglo XIX encantarán a tus hijos y sobrinos. Además, hay multitud de actividades destinadas solo a ellos.
Palacio se Schönbrunn para niños
En tu visita a Viena en Navidad es de parada obligatoria el Palacio de Schönbrunn. En los meses más fríos aumentan las actividades para niños. Así, después de visitar el Salón Chino Azul, la Gran Galería o el Salón del Desayuno, tus hijos podrán visitar el parque, el laberinto y… disfrazarse de princesas y príncipes.
En el ala derecha del palacio encontraréis un mini museo para niños donde ellos mismos podrán elegir sus disfraces y contar con espectaculares escenarios. Será una experiencia inolvidable. Además incluye banquete real, un pequeño cine y maquetas del palacio en diferentes épocas.
Parque de atracciones El Prater
Aunque no sea especialmente conocido, visitar el Prater merece la pena incluso si no viajas a Viena en Navidad con niños. Es un parque temático muy especial y más allá de sus divertidas atracciones posee un encanto que han ido perdiendo los parques más modernos. Y no es de extrañar, pues es el parque de atracciones más antiguo del mundo.
Puedes encontrar norias con estilo vintage, personajes disfrazados, pequeñas fuentes, paseos de cuento y atracciones para los más pequeños como el carrusel. Aunque si lo que buscas son experiencias fuertes y sorprender a tus hijos, elegid el Volare. El nombre lo dice todo.
Para acabar, en el propio parque existe un restaurante muy especial, su coste es algo más elevado, pero merecerá la pena, pues los platos llegan en montaña rusa. Como lo lees, en techos y paredes hay instaladas pequeñas atracciones donde solo viajan platos y bebidas. Al pedirlos, llegarán directamente a tu sitio, sin necesidad de camareros y con toda la diversión. Está lleno de padres con hijos y también de gente joven y turistas.
Patinaje sobre hielo y villancicos
Y, por supuesto, para colmar el ambiente navideño, visita con tus hijos los mejores mercadillos navideños de Viena en Navidad. Son similares a los mercadillos de Navidad en España, sí, pero a gran escala. Para los niños es una fabulosa opción visitar Rathausplatz, pues cuenta con una enorme pista de patinaje y alquilar los patines no es demasiado costoso. Durante una hora podréis girar y dar vueltas frente a mercadillos que desprenden aroma a canela y el sonido de villancicos.
Otro mercadillo ideal para los más jóvenes es el de KarlsPlatz, donde encontrarán a San Nicolás e incluso animales de granja para que puedan conocerlos y jugar con ellos. Después de visitar los diferentes puestos será fácil encontrar una cafetería donde tomar un rico chocolate caliente o una deliciosa tarta Sacher. ¡Les encantará y hará vuestra experiencia familiar en Viena en Navidad inolvidable!