El turismo de salud, bienestar y espiritual es cada vez más demandado pues buscamos con los años destinos que nos hagan sentir mejor. Por ejemplo, balnearios, rutas de senderismo que mejoren nuestras articulaciones, destinos e gran belleza, hoteles y alojamientos especializados para buscar la calma y por supuesto, retiros espirituales.
El turismo de salud tiene protagonistas: los spas y balnearios. También podemos relacionarlo con el turismo médico que es aquel en el que el usuario es turista y paciente y cambia de país para conseguir un mejor precio en sus implantes de pelo o en la renovación de su dentadura.
Pero el más común es el turismo de salud. Por ello, cada vez existen más balnearios y hoteles relacionados con la comodidad. Los más famosos de España son el Balneario de Mondariz, el Balneario de Vichy Catalán y el Balneario de Panticosa.
El turismo de bienestar cuenta con algunas características básicas, como por ejemplo salir de las urbes, incluir una dieta sana y por supuesto, cuidar el cuerpo. En estos espacios caben todo tipo de actividades. Por ejemplo, es común que haya viajeros que se desplacen hasta hoteles con dietistas y planes de ayuno u otros.
También existen destinos que pretenden hacer una desconexión total con la ciudad y con la rutina. Así, por ejemplo, prohíben el uso de tecnologías o formas de comunicación. Finalmente es común encontrar escapadas o actividades en las que grupalmente se practican deportes como hacer turismo en la naturaleza, yoga o thai chií.
El turismo espiritual reúne muchas de las características anteriores, ya que, para alcanzar la paz espiritual, es importante también saber cuidarse en el plano material. Por ello, muchos destinos cuentan también con dietas especializadas o ayunos para entrar en niveles de meditación más profundos.
Y, por supuesto, retiros absolutos que implican la ausencia total de contacto con nuestras rutinas. De este modo, en pocos días o algunas semanas quienes tienen intereses espirituales dicen avanzar más que en algunos años.