Aunque quizá no lo creas, el turismo religioso gana adeptos cada año. Y lejos de lo que imaginas son viajes interesantes, innovadores y que te traerán gran riqueza a tu mente y a tu espíritu. Será la mejor forma de acercarte a las tres grandes religiones monoteístas y las politeístas para que comprendas parte de sus tradiciones y sus creencias. Si además eres creyente o practicante uno de estos viajes podría modificar tu vida para siempre.
Por supuesto, más allá de destinos se habla de caminos y es que las antiguas peregrinaciones del viejo continente siguen atrayendo a miles de personas. Por ejemplo, el camino de Santiago que cuenta con numerosas rutas en España, Portugal y Francia.
También el camino de San Olav en los países escandinavos, el camino de San Patricio en Irlanda o el camino de San Paulus en Turquía, el cual comienza en la costa mediterránea y pronto comienza a ganar altitud para encontrar ruinas romanas en perfecto estado y bellísimos pueblos y aldeas de la zona.
En cuanto a los destinos, en España los hay muy conocidos como por ejemplo el Monasterio de El Escorial en Madrid, los Monasterios de Yuso y Suso en La Rioja o el Monasterio de Guadalupe en Cáceres. Por cierto, un buen religioso debe sí o sí perderse por los increíbles mercadillos navideños de Madrid.
Pero si lo que buscas es salir un poco más de tu zona de confort, además de las peregrinaciones anteriormente señaladas, existen destinos de turismo religioso que no puedes obviar. Uno de ellos es el Vaticano, por supuesto. Otro menos visitado por los occidentales es la India, donde se funden templos hinduistas y budistas.
En la India no hay nada que no tenga un carácter sagrado. Para finalizar, no puede faltar Jerusalén, el lugar donde convergen los monoteísmos. Una ciudad para visitar al menos dos semanas y empaparte de sus leyendas, sus historias y sus religiones.