En verano todos intentamos desconectar. Y en función de nuestra disponibilidad, tiempo de antelación y presupuesto, todo el mundo trata de escoger el destino que más se adecúe a sus necesidades. Así que, si eres una persona que está buscando un rincón mágico para un par de días, tenemos el plan perfecto para ti: sean bienvenidos a Tabarca.
Es una isla situada en Alicante. En ella viven 59 personas y a pesar de que es mucho más pequeña (y barata) que las Islas Baleares o las Islas Canarias, no tiene nada que envidiarles a otras como Ibiza o Formentera. Su encanto y magia es especial. Una de las cosas que más me llamó la atención es que apenas hay cobertura, por lo que es el lugar al que cualquiera puede acudir cuando quiere desconectar (de verdad). Sus playas son preciosas y sus restaurantes… No vas a comer igual en ningún otro sitio, te lo aseguro.
A ella solo puedes llegar en ferri o lancha desde Santa Pola (Alicante). También puede hacerlo desde la capital de provincia, pero el paseo es más largo y si eres de las que se pone nerviosa en los barcos, te recomiendo que no lo hagas. Una vez fui con una amiga a la que le causaba verdadero terror y no es que lo pasara bien. Ni ella ni yo, todo hay que decirlo.
Desde Santa Pola salen ferris cada media hora y lanchas rápidas cada veinte minutos. Así que, aunque lo mejor es madrugar, dispones de bastante flexibilidad para llegar. El billete cuesta 10€ ida y vuelta. Algo que también me sorprendió bastante porque yo pensé que iba a ser más caro. Si vas en lancha rápida, llegarás en quince o veinte minutos. El ferri tarda un poco más. No obstante, y sea como fuere, es el momento ideal para grabar unos vídeos y mandarlos a tus amigos o subirlos a Instagram. La estampa es bien bonita.
Una vez allí, comienza la función. Si eres de los que le gusta (mucho) la playa, reserva una tumbona. Para una hora, dos, o para todo el día. Son más baratas de lo que imaginas, y terminarás agradeciéndomelo, ya que todas sus playas son de piedras; lo cual me lleva a recordarte una cosa: no olvides tus escarpines.
Una vez tengas una tumbona con tu nombre, gasta un par de minutos en reservar en un restaurante, porque si no lo haces, cuando tengas hambre, no podrás comer en ningún sitio. Es un lugar bastante concurrido por turistas o por gente que, como tú, solo quiere desconectar. Si tienes poco presupuesto, Nuevo Anita, La Caleta o Don Jerónimo cuentan con un menú del día (disponible también en fines de semana) bastante completo con un precio que oscila entre los 18 y 20€. Casa Gloria, Nou Collonet y Amparín también están bastante bien. Todo depende de lo que te quieras gastar.
Otra de las cosas que debes hacer sí o sí en Tabarca es perderte por la isla. Tiene mucho encanto. La mayoría de sus calles son blancas con las puertas azules y amarillas. Podrás hacer muchas fotos. Además, dependiendo del lugar de la isla en la que te encuentres, la perspectiva (y tu habilidad para sacar la foto perfecta), parecerá que estás en Maldivas, Marrakech o cualquier destino paradisíaco. Además, en Tabarca se respira paz, por lo que te resultará muy fácil cambiar el chip, te lo dice una que es adicta al trabajo.
También puedes hacer turismo, conocer la historia de la isla, pasear por su muralla o visitar la Casa del Francés. Tomarte un café en Casa Gloria, dejar que Doña Gloria se siente en tu mesa o simplemente tomarte un granizado cuando tu garganta pida un poquito de hidratación. Otras paradas imprescindibles son las puertas de San Rafael, San Miguel y San Gabriel, y las iglesias de San Pedro y San Pablo. El faro, el Casco Antiguo, y en realidad, cualquier plaza o calle colindante.
Además, es un lugar estupendo para hacer snorkel, vela, windsurf; tiene calas preciosas y unas cuevas dignas de cuento de hadas. Por lo que, si te va la aventura, y no quieres pasarte el día recostada en una tumbona (que es un planazo, la verdad), las opciones son infinitas.
Consejos que tener en cuenta si vas a Tabarca:
- El protector solar. No lo olvides. De verdad, no arriesgues tu salud. Hazte con uno FPS+50 y a disfrutar.
- Incluye tu equipo. Escarpines. Tus pies me lo agradecerán. Y si vas a hacer snorkel, las gafas y las aletas son imprescindibles.
- Reservar. Irás más tranquilo y te ahorrarás colas y disgustos innecesarios. Restaurante, hotel, e incluso el billete de tu tabarquera.
- El atardecer. Es mágico, un imprescindible y no tiene nada que envidiarles a otras islas.