Si hay una ciudad de Andalucía que no puede faltar en tu lista de destinos por conocer, esa es Córdoba. Además de ser una de las ciudades más antiguas de Europa, también es conocida por tener cuatro títulos de Patrimonio de la Humanidad, lo que hace la experiencia de conocerla aún más emocionante. Te va a encantar nuestros consejos sobre qué hacer y qué ver en Córdoba.
Córdoba se puede visitar durante todo el año, aunque para algunos el calor del verano pueda resultar demasiado sofocante. Sin embargo, el mejor momento para visitar Córdoba es, sin duda, en primavera. La ciudad rebosa de flores y aromas que te invitan a perderte en su infinita judería, a pasearte por sus monumentos, encontrar pequeños y coloridos rincones y descubrir toda la historia que la ciudad esconde. Córdoba es una ciudad de la que es fácil enamorarse aunque no seas de allí.
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- 2 ¿Qué ver en Córdoba?
- 3 Ahora cuéntanos si ya has visitado Córdoba y si no, ¿a qué esperas?
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Tanto si es tu primera vez en Córdoba como si ya conoces esta hermosa ciudad, queremos llevarte por algunos de los lugares imprescindibles que debes visitar si o si. Reserva por lo menos dos días de tu viaje para apreciar la ciudad con el detenimiento que merece y déjate conquistar por la Sultana de Andalucía.
¿Qué ver en Córdoba?
Conoce sus monumentos
Córdoba está llena de monumentos únicos que no querrás perderte en tu viaje, así que toma nota porque aquí te mencionamos algunos de los más importantes:
La Mezquita-Catedral:
Comenzamos nuestra ruta con el monumento más emblemático de Córdoba: La Mezquita-Catedral. Otrora símbolo del califato Omeya en occidente, hoy en día tiene la consideración eclesiástica de catedral. Con una superficie de más de 23.000 metros cuadrados, llegó a ser la segunda mezquita más grande del mundo por mucho tiempo, siendo superada solo por la Mezquita de La Meca. Es un edificio que pasó por varias ampliaciones y reformas donde el arte andalusí se fusionó con el arte barroco y renacentista de su posterior cristianización. Fue construida durante el siglo VIII sobre una antigua basílica visigoda y durante toda su historia ha estado dedicada al culto de diversas divinidades, así que en un imprescindible para ver en Córdoba.
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Aunque tiene muchas entradas, el principal acceso a la Mezquita es la Puerta del Perdón, que te dirige hacia el Patio de los Naranjos. Es un espacio abierto desde donde puedes hacer fotos preciosas y obtener las entradas para acceder al edificio. Una vez dentro te recomendamos tomarte tu tiempo para recorrer la mezquita y maravillarte con su bosque de columnas y arcos tan distintivos. Prometemos que te estremecerás con la belleza del maqsura, antiguo lugar de rezo del califa, y por supuesto, no puedes dejar de visitar su famoso mihrab.
Medina Azahara:
Si cuentas con coche o con algo más de tiempo puedes ir en bus hasta Medina Azahara, un yacimiento arqueológico a solo 8 kilómetros de la ciudad. Declarado como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el 2018, allí se pueden ver los restos de la ciudad que hizo construir Abd-al Rahman III, el primer califa de Córdoba, como muestra de la superioridad y el poderío del que sería uno de los mayores reinos califales en occidente. Aunque cuenta la leyenda, que la ciudad fue construida en honor a la mujer favorita del califa, Azahara, lo que acentúa aún más la naturaleza mítica de la ciudad.
Alcázar de los Reyes Cristianos:
Regresamos a la capital y justo al lado del Paseo de la Ribera del río Guadalquivir nos encontramos con uno de los monumentos más visitados en Córdoba. Al igual que la Mezquita, el Alcázar fue un edificio representativo e importante para los gobernantes de prácticamente todas las culturas que allí habitaron. Erigido sobre el antiguo palacio Califal de los Omeyas, la fortaleza sirvió como hospedaje de los Reyes Católicos por más de ocho años mientras dirigían la campaña para tomar el Reino de Granada. Hoy en día pertenece al ayuntamiento de Córdoba y tanto el interior del edificio como sus hermosos jardines se pueden visitar. Un espectáculo total para la vista que refleja la evolución arquitectónica de la ciudad.
La Puerta del Puente y el Puente Romano:
Junto a la Mezquita, el Puente Romano sobre el Guadalquivir y la Puerta que le antecede forman la estampa más conocida de Córdoba. Por casi 20 siglos fue el único puente de la ciudad y el único acceso desde el sur, por lo que también es conocido como “Puente Viejo”. Actualmente el puente es peatonal y las caminatas al atardecer son un lujo para la vista, ya que además, se encuentra enclavado en una reserva natural conocida como los Sotos de la Albolafia, donde anidan más de 120 especies de aves, algunas en peligro de extinción.
En cuanto a la Puerta del Puente, se le conoce erróneamente como “Arco del Triunfo”, aunque realmente era una de la puertas de la antigua muralla de la ciudad. Es una de las tres únicas puertas históricas que aún se mantiene en Córdoba y en conjunto con el Puente Romano y la Torre de la Calahorra, la cual alberga el Museo Vivo de Al-Ándalus, están declaradas Bien de Interés Cultural.
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Visita sus patios
Todos los años durante el mes de mayo se celebra el Festival de los Patios Cordobeses, festividad declarada Patrimonio de la Humanidad en el 2012. Durante esta época Córdoba vive su mayor esplendor ya que la ciudad se llena de flores y colores gracias a los vecinos que cuidan y preparan sus patios para recibir la visita de miles de turistas.
Aunque la festividad se celebre en mayo, los patios se pueden visitar durante todo el año pagando una tarifa a los propietarios de las casas, y es probablemente cuando mejor se pueden conocer pues así evitamos las aglomeraciones de personas. Puedes reservar una visita guiada con alguna de las diferentes empresas y asociaciones que existen o lanzarte a la aventura y visitar algunos de los patios que se mantienen gratuitos durante todo el año. Uno de ellos es la sede de la Asociación Amigos de los Patios Cordobeses, desde donde el reconocido chef Matías Vega nos enseñó cómo hacer la receta del salmorejo cordobés en nuestra última visita a Córdoba.
Los patios cordobeses son la mejor representación que se conserva hoy en dia de cómo los romanos, y más tarde los musulmanes, usaron la arquitectura para aumentar la sensación de frescor en sus casas y paliar las altas temperaturas de la ciudad. El mayor exponente de la belleza de los patios que esconde Córdoba, es el Palacio de Viana, un antiguo edificio de la nobleza cordobesa con 5 siglos de antigüedad, que cuenta con 12 patios y un jardín alucinantes. Además, en su interior se pueden encontrar amplias colecciones de pinturas, tapices, vajillas y una gran biblioteca con libros de los siglos XVI al XVIII.
Recorre sus calles y plazas
Resulta imposible visitar Córdoba y no darse una vuelta por la Judería y sus callejuelas que tanto encanto tienen. El antiguo barrio judío, el mejor conservado de toda Europa, forma parte del casco histórico de la ciudad que fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1994. Está formado por un laberinto de estrechas calles que acaban, a veces, en callejones sin salida o en rincones con fuentes o plazas de un encanto indescriptible. Una de sus calles más famosas es la Calleja de las Flores, que como su nombre indica está decorada con macetas de flores de diferentes colores que resaltan entre el blanco de sus paredes y que guían la vista hacia el fondo de la calleja desde donde se vislumbra la torre de la Mezquita. Un rincón de la judería muy visitado y fotografiado.
A unas cuantas calles de la Calleja de las Flores nos encontramos en la Calle Judíos, en la que se encuentran la Sinagoga y el museo Casa de Sefarad. Ambos edificios son de los pocos testimonios de la arquitectura hebraica que aún se conservan en Córdoba y desde donde se fomenta la historia hispanojudía a través de exposiciones y diferentes eventos.
Siguiendo esa misma calle nos encontramos con la Plaza de Tiberíades y la estatua de Maimónides, ilustre médico y filósofo sefardí cuyo monumento es muy apreciado por los cordobeses. Otros puntos esenciales que debes conocer son la Plaza de Maimónedes, muy cerca de la estatua con su mismo nombre, la Plaza del Potro y la Calleja del Pañuelo.
Déjate sorprender en sus museos
Otra manera de conocer la historia de Córdoba es a través de sus museos, y por suerte la ciudad presume de tener varios. Ubicado en el antiguo palacio de los Páez de Castillejo desde 1965, nos encontramos con el Museo Arqueológico, el cual alberga restos materiales de Córdoba y provincia que datan desde la prehistoria hasta Al-Ándalus. El Museo de Bellas Artes puede encontrarse en la Plaza del Potro, donde se exponen obras de pintores renacentistas pero en su mayoría de época barroca como el famoso Francisco de Zurbarán, Luis de Morales o Bartolomé Bermejo. Su primer director en el año 1862 fue Rafael Romero Barrios, padre del célebre pintor Julio Romero de Torres cuyo museo se encuentra en la misma sede del de Bellas Artes.
Algunos otros museos muy interesantes son la Casa Andalusí, la Casa de Sefarad que ya hemos mencionado antes, y el Museo Vivo de Al-Ándalus en la Torre de la Calahorra, el cual da un repaso por la convivencia entre las culturas judía, cristiana y musulmana.
Relájate en sus baños árabes
Si después de tanta caminata necesitas un poco de relax, te recomendamos hacer un hueco y reservar una experiencia en un auténtico baño árabe o Hammam. Suelen estar localizados en el barrio de la Judería, como el Hammam Al-Ándalus que es de los más conocidos. A tu salida no olvides deleitarte con un té o un típico dulce árabe.
Saborea su gastronomía
No podemos finalizar esta ruta sin antes hablar de las tabernas cordobesas. Córdoba cuenta con una de las mejores gastronomías de Andalucía y cualquier viaje a esta maravillosa ciudad estaría incompleto si antes no pruebas un salmorejo cordobés, unas berenjenas fritas con miel, unos ricos flamenquines o un buen rabo de toro. Si no sabes a donde ir, la Judería siempre es un buen sitio para salir de tapas. Aunque suele estar lleno de turistas, allí siempre encontrarás tabernas típicas con comida de diez.
Otra buena opción y que cada vez gustan más son los mercados gourmet, al estilo del Mercado de San Miguel en Madrid, o La Boquería en Barcelona, por ejemplo. En Córdoba puedes encontrar el Mercado Victoria, una alternativa que fusiona ocio y gastronomía en un mismo lugar.

Y si prefieres ir adonde van los cordobeses, te recomendamos ir a la Plaza de la Corredera o a la Plaza de las Tendillas, donde encontrarás gran variedad de bares, restaurantes y mucho ambiente.
Disfruta de un espectáculo flamenco
Como recomendación extra, no hay nada mejor que disfrutar del flamenco en Andalucía. Sobre todo en Córdoba donde abundan los tablaos y peñas flamencas con actuaciones de música y baile. Si te sobra algo de tiempo en tu viaje y quieres culminar tu visita con algo especial, una actuación flamenca es un acierto seguro.
Sin lugar a dudas, en Córdoba hay algo para todos los gustos. Estamos seguros de que os encantará tanto como a nosotros y, aunque probablemente nos hemos dejado muchos sitios y muchas cosas qué hacer en Córdoba eso solo incrementa nuestras ganas de volver.
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Ahora cuéntanos si ya has visitado Córdoba y si no, ¿a qué esperas?